Al haber vivido la pandemia del COVID-19 en el Noreste del Bronx he podido comprender cómo esta afecta al alma y cuerpo del distrito 11: los negocios pequeños. Estos soportan el carácter de nuestro vecindario al emplear a sus residentes, al ofrecer servicios a nuestra comunidad, al construir riqueza en nuestro distrito, y al también crear oportunidades para los emprendedores individuales. Sin embargo, el ahora reducido tráfico de transeúntes, los cierres obligatorios de negocios, la reducida capacidad de operación de negocios, y la inhabilidad de poder pagar las cuentas ha debilitado a los negocios en nuestros distritos comerciales.

A pesar del gran valor que nos proveen nuestros negocios pequeños, he visto cuán poco apoyo nuestra ciudad les ha brindado durante estos momentos de tanta necesidad. El Bronx ha sido golpeado desproporcionadamente por el COVID-19, y nuestros comercios recibieron menos del 1% de los préstamos federales que dispone la Ciudad de Nueva York. 1 Esta inadecuada distribución de recursos, dedicados a la ayuda para las necesidades económicas de la comunidad, ha empeorado el problema. La pandemia no es solamente una crisis general de salubridad, sino también una económica para el Distrito 11 y todo el Bronx.

Cuando los préstamos federales fueron ofrecidos a los negocios pequeños, los del Bronx cayeron en la negligencia y el olvido. Casi la mitad de los negocios en nuestros distritos llegaron a la quiebra por el COVID, y aun así existe poco o ningún apoyo ofrecido a ellos.2 La pandemia ha expuesto las limitantes y fallidas condiciones preexistentes en facilitarle a los negocios un soporte unificado para enfrentar los retos de acceder a los servicios tecnológicos informáticos y de lenguaje.

Sabemos que tener distritos comerciales saludables está directamente ligado a poder mantener una comunidad sana y a tener menores porcentajes de desempleo. Por ello también sabemos que durante este momento crítico es necesario apoyar a los dueños de negocios pequeños en nuestros distritos para poder reconstruirlos de manera cuidadosa, equitativa, y deliberada. Los negocios pequeños son el alma de nuestra ciudad, y yo estoy dedicada en proveerles las bases necesarias para ayudar en mantener su resiliencia durante, y después de esta crisis económica.